¿Los policías también van a la cárcel? Pues; si cometen algo indebido, la ley también los reprende. En este caso; un funcionario policial tenía un pleito, y malos entendidos, con uno de sus vecinos. Un problema personal bastante común, ya que no es la primera vez que un par de vecinos “no simpatizan”. Lo cierto es que se descubrió que el policía forjó un caso, inventó pruebas y se las ingenió para acusar a su odiado vecino por tráfico de sustancias estupefacientes.
La Audiencia Provincial ya emitió un fallo: todo fue un montaje, el policía quería “perjudicar” a su vecino. Para causar problemas al vecino, se hizo una denuncia falsa. También, se plagió una firma e hizo varios engaños para que la acusación de posesión de drogas se plasmara en una ficha policial. Lo cierto es que el funcionario policial insiste en que la denuncia no es falsa y que su vecino ha logrado un ardid, junto a los abogados que contrató, para escapar de la justicia.
¿Cómo son los hechos de este caso?
El policía y su vecino llevan una pésima relación desde hace años. Quienes residen en la misma zona que ellos, han testimoniado toda clase de altercados: gritos, empujones, acusaciones y desafíos mutuos. Estos litigios despertaron la curiosidad de la Audiencia Provincial, ordenando investigar en detalle los sucesos.
- La controversia inició en 2013, cuando el policía detuvo a su vecino por poseer una pequeña bolsa de cocaína.
- El vecino argumentó que él no tenía ninguna cocaína, que todo era falso.
- Luego de dos años de discusiones, ambos colocaron denuncias ante las autoridades: el policía diciendo que el vecino traficaba sustancias, mientras que su contraparte lo señalaba por acoso e inventar pruebas
- Las indagaciones duraron engavetadas, hasta que el caso fue elevado a la Audiencia Provincial en Madrid, pues las contiendas entre el vecino y el policía continuaban
Fue así como se descubrió que había una firma falsa: el acta de detención por cocaína tenía una firma de la agente compañera del policía, pero esa rúbrica no era auténtica. Entonces, las pistas terminaron de dilucidar que todo había sido una trampa.
Tres años de prisión y una multa de 2700 euros
La indemnización para el vecino fue de 2700 euros, quien argumentó que el policía lo hizo gastar tiempo y dinero. Al respecto, indicó que he tenido que gastar en servicios de abogados para defenderse de las falsas acusaciones. El caso ha tenido bastante repercusión, aunque el policía se niega a aceptar el veredicto.
El funcionario policial ya indicó que piensa solicitar la nulidad del dictamen. Dice tener pruebas de que la detención por cocaína fue cierta. También, que los fiscales no han querido ver ciertos detalles que acusan a su vecino del delito señalado. Al parecer, la historia parece prolongarse en un verdadero drama que podría titularse: “El Vecino y el Policía”. El ejemplo de como un pleito vecinal se convierte en un litio legal sin fin a la vista.
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