Este tipo de patología suele aparecer en los primeros años de vida de una persona. El TEA (Trastorno del Espectro Autista) afecta la habilidad del cerebro para desarrollar las habilidades sociales y de comunicación normales y conductuales.
La causa principal del Trastorno del Espectro Autista sigue siendo un gran desconocimiento. No obstante, es conocido que la genética de las personas junto a los factores del entorno pueden ser los causantes de este tipo de enfermedades. A partir de los 2 y 3 años, se empiezan a detectar ciertos patrones de conducta que hacen evidentes que el niño o la niña se le diagnostique autismo.
Entre algunos de los síntomas que permiten identificar el autismo son la ausencia de respuesta a gestos y miradas, el aislamiento, los problemas serios de lenguaje, los comportamientos repetitivos o la realización de rutinas sin función alguna, entre otras muchas.
Por otro lado, muchas de las personas que se les ha diagnosticado este trastorno son muy jóvenes. Pero, con el paso del tiempo esta patología puede afectar a todo el mundo, incluso a personas mayores con edad avanzada. La detección de esta enfermedad en personas mayores es fundamental tener los conocimientos de atención y cuidados necesarios para el tratamiento adecuado a este tipo de pacientes.
¿Por qué es importante abordar el envejecimiento de las personas con TEA?
Según la Organización Mundial de la Salud (2015), el envejecimiento activo, participativo, saludable y satisfactorio es un derecho al que no debe renunciar ninguna persona.
Muchas de las personas diagnosticadas con TEA en España son relativamente jóvenes y aún no han alcanzado edades muy avanzadas. No obstante, cada vez son más quienes superan la mediana edad y comienzan a envejecer.
También incrementa cada año el número de personas que reciben un diagnóstico de TEA en edades adultas. Resulta prioritario atender a su realidad y a las necesidades que se derivan de la misma, incluyendo los aspectos propios de los procesos de envejecimiento.
Es imprescindible incrementar el conocimiento sobre los procesos de envejecimiento de las personas con TEA, promoviendo sistemas de apoyo especializados que garanticen un envejecimiento activo y una óptima calidad de vida en esta etapa del ciclo vital.
Atención Domiciliaria a persona mayores
El cuidado de personas mayores ante este tipo de enfermedades es muy importante contar con empresas con cuidadores especializados en la materia. Además, ofrecer una atención domiciliaria al paciente es un punto muy positivo para la comodidad física y mental de la persona.
Gemma Montero, CEO de SEPES Atención Domiciliaria, explica que «lo más importante es garantizar la calidad de vida de las personas mayores o con discapacidad ofreciendo unos excelentes servicios integrales de atención domiciliaria».
Además, concluye que «la finalidad de una buena atención domiciliaria es mantener la independencia y la individualidad de las personas dentro del ámbito familiar al que pertenecen con cuidadores especializados en la materia del autismo en las personas mayores».
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