La Colegiata de Pastrana, cedida gentilmente para la presentación del Festival Ducal 2022 por Emilio Esteban, párroco local, acogió ayer los primeros actos del evento, entre ellos, la novena entrega del Premio Princesa de Éboli. Creado en el año 2013, este galardón reconoce la implicación de sus distinguidos en la defensa del patrimonio pastranero y en la divulgación en cualquier ámbito del nombre de la Villa Ducal.
Después de una breve presentación del acto por parte de Laureano Losada, presidente de la Federación de Asociaciones del municipio, el alcalde de Pastrana, Luis Fernando Abril, calificó la edición de 2022 como especial, “por cumplirse veinte años y por poder celebrarla, por fin, con normalidad”, después de un Festival, el de 2021, “marcado por la incertidumbre que ocasionaba la pandemia, pero que mantuvo vivo su espíritu”. Abril dio las gracias a todos los que lo hicieron posible “en condiciones tan complicadas” y también a “todas las personas, asociaciones y voluntarios que están regalando su tiempo y su esfuerzo para que el evento que comienza hoy sea un éxito rotundo”, añadió. El alcalde daba también las gracias a los patrocinadores, como Naturgy y el resto de las empresas de Pastrana que lo apoyan, y a las instituciones, “a la Diputación Provincial, que tanto ayuda a pueblos como el nuestro”, y a la Junta de Comunidades, que concedió al Festival el reconocimiento como Fiesta de Interés Turístico Regional en 2021, “por la trayectoria, por la repercusión, por el crecimiento y por la labor que se ha realizado todos estos años”.
Le correspondió igualmente al alcalde de Pastrana fundamentar los motivos del premio que se iba a entregar a continuación. Abril subrayó “la generosidad que la UAH ha mostrado con nuestro pueblo” puesto que, tras la restauración del edificio, que exigió una inversión millonaria, siempre ha permitido que el Ayuntamiento, y detrás de él los pastraneros y pastraneras “pudiéramos disfrutar de sus salas, de sus salones, de sus artesonados y de su historia”. Son cientos las exposiciones, conciertos y representaciones teatrales que ha acogido en todos estos años. En este sentido, el regidor destacó el último, y quizá el más importante, acto de generosidad de la institución complutense con Pastrana: la cesión del edificio a la Junta de Comunidades para su incorporación a la Red de Hospederías de la región. “Supondrá un importante impulso al municipio. La cesión va a permitir que se acometan obras en la Casa del Arco y en otras zonas a las que no llegó el presupuesto de hace 25 años, generando con ello actividad que beneficiará a la economía pastranera en todos sus sectores ya durante las obras” y sobre todo, recalcó que va a servir para “recuperar el edificio para la función para la que fue concebido inicialmente, además de convertirse en el catalizador del turismo hacia Pastrana a diario”.
Por todos estos motivos, el regidor le hizo entrega a José Vicente Saz, rector de la UAH, del busto de la Princesa de Éboli con el que la villa ducal distingue a los premiados.
Saz lo recibió de sus manos, “con enorme agradecimiento”, en nombre de la Universidad de Alcalá. “El busto de la Princesa de Éboli recuerda los sólidos lazos entre Pastrana y nuestra Universidad. Una relación que celebramos con este galardón, y que se remonta incluso al momento en el que el Cardenal Mendoza, bisabuelo de la Princesa, pensara que ‘no crió Dios a Cisneros para dejarle oculto en el desierto de los claustros’, y diera alas a la imparable trayectoria del fundador de nuestra universidad, como reformador, guerrero, político y mecenas”, señaló.
Saz destacó, como antes había hecho Abril, que no hace ni un año, la Universidad de Alcalá cumplía una de las aspiraciones de Pastrana y, en apoyo a la economía de la comarca, cedía “con orgullo” el Palacio Ducal a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha para su incorporación a la Red de Hospederías de la región castellano-manchega. “Esto es solo una muestra de nuestro compromiso con el progreso de Pastrana y su comarca, con su crecimiento social y económico, que lleve a una mejora notable de la calidad de vida. Seguimos y seguiremos trabajando más acciones similares a ésta. Con este ánimo, y la ilusión de emprender futuros proyectos conjuntos, acudo hoy aquí para dar las gracias por este gran honor, este Premio Princesa de Éboli 2022”, terminó.
También intervinieron en la inauguración el presidente de las cortes de Castilla-La Mancha, Pablo Bellido, quien reconocía la implicación vecinal en el evento a lo largo de estos 20 años, una buena muestra del dinamismo que están imprimiendo ayuntamiento, instituciones, asociaciones y ciudadanía para la revitalización de Pastrana, una localidad que «en los próximos años va a tirar de la provincia» con proyectos como la conversión del Palacio Ducal en Hospedería de la red regional.
Y el vicepresidente de la Diputación Provincial, y alcalde de la vecina localidad de Hontoba, Pedro David Pardo, quien recordó que “estamos en uno de los pueblos más bonitos de Guadalajara”; destacó la condición de Pastrana como cabecera de comarca, “a la que hay que apoyar, como están haciendo Diputación, Junta y Gobierno central”; y ensalzó que el festival de este año se dedique a las mujeres y por lo tanto, reivindique la igualdad de género.
La Banda de Música de Pastrana, en formación de grupo de cámara, dirigida por Pascual Suñer, interpretó a continuación una selección de Retales del Siglo de Oro, aprovechando para ello la magnífica sonoridad de la Colegiata y sellando musical y solemnemente el momento.
Y, para terminar la inauguración del Festival, y esta edición dedicada especialmente a la mujer, en el atrio de la Colegiata tenía lugar la lectura de poemas de escritoras del Siglo de Oro español que, a excepción de Santa Teresa, “probablemente por su condición de mujeres no han alcanzado la fama literaria que sin duda sus textos merecen”, explicaba anoche Susana Díaz, directora del Festival Ducal.
Así, un nutrido grupo de integrantes de la Asociación de Damas y Caballeros recitó poemas seleccionados por la directora de las poetisas Feliciana Enríquez de Guzmán, María de Zayas y Sotomayor, Teresa de Jesús, Sor Juana Inés de la Cruz, Leonor de la Cueva y Silva y Catalina Clara de Guzmán.
La UAH engrosa en 2022 la lista de galardonados con el premio ‘Princesa de Eboli’ que inició Esther Alegre (2013), profesora de Historia de la UNED, principalmente por la publicación de su libro ‘La Villa Ducal de Pastrana’. En la segunda edición (2014), el premio recayó en Ciriaco Morón, pastranero de origen humilde quien, gracias a su poderoso intelecto, se convirtió en catedrático de Teología e Historia de las Ideas, forjándose una dilatada y productiva carrera docente tanto en Europa como en Estados Unidos, donde fue durante largos años profesor en la Universidad de Cornell. En 2015, el galardón lo obtuvo al obispo de la Diócesis de Sigüenza-Guadalajara, Atilano Rodríguez, artífice principal de que hoy probablemente sea el mayor tesoro de la villa ducal, como es el Museo de los Tapices. El 2016 le correspondió a la Orden Franciscana y en particular a la de San Gregorio Magno. El premio ensalzó la conservación y mejora llevadas a cabo por frailes franciscanos menores de San Gregorio Magno en el Convento del Carmen, que ocuparon después de la Desamortización de Mendizábal. En 2017, lo recibió Almudena Arteaga, escritora y descendiente directa de la princesa de Éboli, en 2018 recayó en Camilo José Cela Conde, hijo del Nobel autor del inmortal ‘Viaje a La Alcarria’, en 2019 a José Antonio Suárez de Puga: poeta, escritor, historiador, cronista y conferenciante, y autor de ‘Dimensión de amor’. Suárez de Puga participó de forma activa en la fundación y organización de numerosas iniciativas culturales, como los versos a medianoche de los que tanto disfrutaron los pastraneros y en 2021 se le concedió, a título póstumo a Trevor J. Dadson, uno de los más reconocidos hispanistas ingleses, de los últimos años, tristemente fallecido en el año 2020, con sólo 72 años.
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