En España la unidad de medida por población conocida con el nombre de provincia ya no sirve del todo. Es decir, varios expertos en este tema coinciden en afirmar que es necesario reconfigurar el mapa de las zonas donde se señala que hay menor densidad de población. Por ello, diferentes partidos como el PSOE y el PP han decidido presentar distintas propuestas para dar solución a esta situación.
Es necesario encontrar una nueva modalidad para dividir las distintas zonas, puesto que es un problema que algunos municipios queden invisibilizados. A largo plazo esta es una situación que repercute en las ayudas estatales y autonómicas, puesto que varias comunidades podrían dejar de acceder a estas ayudas. Significa que el capital designado para varios municipios podría no ser lo suficiente por no tener una medida exacta sobre los habitantes que hay por kilómetro.
En Castilla-La Mancha y Aragón ya se están buscando otras alternativas y fórmulas para los censos que se hagan a futuro. Es la misma situación para Castilla y León, en donde también se están buscando nuevas ideas. Actualmente, de manera oficial, hay 3 provincias con despoblación y son Cuenca, Soria y Teruel. Esta es una situación que se debe solucionar a corto plazo para poder determinar cuáles territorios tienen poca población, mismos que pueden necesitar ayudas estatales o autonómicas.
¿Qué es una provincia?
Tanto en España como también en la Unión Europea, se utiliza a la provincia como una unidad de medida para determinar la cantidad de personas que residen en un determinado territorio. Esta es una escala que se ha venido empleando desde hace muchos años, y que para ser más específicos determina una zona cuya densidad poblacional es menor a los 12,5 habitantes por kilómetro cuadrado.
El problema surge cuando una zona que está despoblada tiene un cálculo que es considerablemente diferente al de un municipio o haría con varios municipios. En estos casos es posible que los más despoblados superarán el límite establecido. De manera que es mucho más razonable comenzar a emplear otra unidad territorial de medida que sea más pequeña, para que de esta forma no se distorsione el criterio de población.
Además, tiene el beneficio de que una unidad territorial más pequeña permite introducir distorsiones que son importantes por zonas, como en aquellos casos en donde se omite a la capital u otras zonas específicas. Básicamente, se lograría hacer mucho más preciso los datos recabados en cada censo.
Asimismo, hay que tener en cuenta que en cada zona hay diferentes dinámicas demográficas que también se deben de tener en cuenta. por ejemplo, al comparar a la provincia de Guadalajara con la Comunidad de Madrid y otros municipios colindantes, es posible notar grandes diferencias. En el primer caso, la densidad poblacional por kilómetro cuadrado es en promedio de 20 habitantes. Mientras que en a capital de provincia la densidad poblacional es de 355 habitantes.
¿Cómo medir la despoblación en España?
Tomando en cuenta los ejemplos anteriores es por ello que siempre se habla de las mismas provincias con despoblación: Soria, Cuenca, Teruel. Lo cierto es que se está ignorando que las personas se están marchando hacia Madrid y a otras grandes urbes. Igual sucede en otras provincias que tienen un problema similar de despoblación, pero en estos casos deciden emigrar hacia la capital de la misma provincia.
El problema surge cuando se utiliza como unidad de medida a la provincia, ignorando que hay habitantes que abandonan un municipio y se van a otra provincia, lo cual si tiene un impacto en la escala de despoblación. Sin embargo, esta no es una situación similar a cuando las personas deciden cambiar de residencia dentro de la misma provincia. Por ello, los expertos recomiendan plantear nuevas unidades de medida en territorios concretos.
El mejor ejemplo es la Ley de Despoblación del gobierno de Castilla-La Mancha. Allí se expresa en concreto la diferencia que hay entre municipios escasamente poblados con una densidad poblacional inferior a 12 habitantes por kilómetro cuadrado, con respecto a los municipios con una gran despoblación con 8 habitantes y aquellos con una extrema despoblación menor a 8 habitantes. De esta manera, el gobierno toma medidas más precisas con respecto a ayudas a vivienda y ventajas fiscales.