Los jardines japoneses incluyen elementos de agua, plantas, piedras, etc. Todos estos elementos se ponen en evidencia para crear una cierta armonía en la naturaleza.
A continuación, se exploran las principales características y todos los elementos que constituyen un diseño de jardín japones:
¿Qué es el jardín japonés?
FLORAMA empresa de diseño de jardines Madrid, explica que el jardín japonés es un espacio que reproduce la naturaleza y la engrandece. Asimismo, tiende a imitar todos los elementos naturales, como lagos, bosques o montañas. Además, este tipo de jardín se asemeja a cualquier entorno mezclándose con él, esto permite armonizar los caminos, paisajes y arquitecturas circundantes.
Según las creencias tradicionales japonesas, detrás del caos hay una forma fundamental de armonía. De lo contrario, las líneas y los ángulos atraen a todos los espíritus malignos. Por eso, a diferencia de los jardines occidentales, la estética de un jardín japonés se basa principalmente en la asimetría. Así, estos conceptos enlazados de armonía se basan en los principios de calma, sobriedad, equilibrio y flexibilidad.
Por lo tanto, el jardín debe estar construido con gran delicadeza. En este sentido, el estilo tradicional japonés tiene tres elementos principales: la captación del jardín circundante, la miniaturización de la naturaleza y los diversos elementos espirituales.
El jardín japonés tiene una disposición de árboles, rocas y elementos de agua que respeta la naturaleza y su carácter sagrado. Por supuesto, todos los símbolos hacen referencia a las creencias de las religión taoísta y budista.
¿Cuáles son los elementos que componen un jardín japonés?
El diseño de jardín japonés se basa en gran medida en la sobriedad y la organización. Aunque la asimetría sea aparente, deben evitarse las líneas rectas y los elementos de vallado.
Se hace hincapié en hacer caminos por el jardín y en la orientación de la vista. El objetivo es cautivar con los diferentes elementos que lo componen. Se trata de: plantas, arena, decoraciones, rocas, agua, grava, etc.
Por supuesto, no se trata de saturar la vista del espacio, sino de resaltar los elementos seleccionados. Al final, la representación debe tener cierto equilibrio y coherencia, como una imagen bien constituida.
Por lo tanto, el primer paso es elegir una temática central que dominará todo lo demás elementos. Puede ser agua, piedra, madera o incluso estatuas. Una vez elegido el elemento central, sólo queda diseñar el jardín que materialice el conjunto y produzca un jardín de ensueño.
Para ello, se muestra una selección de algunos elementos importantes a tener en cuenta:
Agua
El agua es el elemento principal y esencial en un jardín japonés. Su simbolismo hace referencia a la delicadeza, armonía y la fuerza de la naturaleza. El agua también simboliza la vida y tiene propiedades purificadoras y regeneradoras.
En un jardín japonés, puede aparecer un arroyo estrecho y sinuoso, o un estanque con un centro cubierto de piedras.
Por último, el agua puede ser un lago con nenúfares o simplemente una cascada bien situada. Además, al nivel de los puntos de agua, lo más frecuentes es que haya islotes, peldaños o puentes para llegar al otro lado.
Además, se pueden encontrar peces de todos los colores, naranja, rojo, amarillo, etc. que representan fuertes símbolos en la cultura japonesa.
Rocas
En la tradición japonesa, las rocas son un elemento importante. Suelen estar dispuestas en grupos de tres, cinco o siete, según la tradición animista, los japoneses consideran que las rocas son el espíritu de Buda.
De hecho, por este gran y fuerte simbolismo, las rocas son elementos indispensables en cualquier diseño de jardines.
Los montones de piedra suelen servir de enlace entre las distintas partes del jardín. Por ejemplo, las rocas sirven para distinguir entre un estanque y un área de cultivos, también pueden utilizarse para marcar la separación de un camino de la terraza de una propiedad.
Al igual que los demás elementos del jardín, las piedras deben dar la ilusión de estar presentes de forma natural en el entorno.
Por lo tanto, el paisajista seleccionará las piedras con gran precisión. A continuación, organizará su disposición y agrupación para conseguir un efecto auténtico. Luego, realizará el montaje entre piedras redondeadas y piedras lisas; piedras asimétricas y piedras rugosas. Todo ello en función de los diferentes tamaños y colores.
Por último, el paisajista colocará las piedras una encima de otra, y a veces un poco más desplazadas, esto puede hacerse de forma vertical u horizontal.
Plantas
Las plantas son el tercer elemento esencial en el diseño de jardín japonés. Están dispuestas según la misma lógica que los dos primeros elementos (agua y rocas). Para crear una composición equilibrada y buena organización del diseño.
Sin embargo, las plantas tienen una particularidad, tienen una evolución continua, lo que hace que sea un gran reto para los arquitectos paisajistas.
Por un lado, estas plantas crecen y cambian de color con las estaciones. Por otro lado, cambian de forma y tienen raíces. Por ello, el paisajista debe elegirlas con cuidado y sus formas deben adaptarse a la coherencia del conjunto. Además, el tamaño de las plantas son los elementos que proporcionarán el diseño deseado.
También es cuestión de elegir las plantas adecuadas, seguir la composición y la época de floración.
Caminos, arena y grava
En un jardín japonés no pueden faltar los caminos, la arena y la grava.
Los caminos suelen estar cubiertos de piedras planas o grava. Esto no sólo facilita el paseo por el jardín, sino que también da al espacio un equilibrio estético. Así, las diferentes piedras colocadas en el suelo añaden carácter al jardín japonés.
Por último, para tener el jardín que tanto se desea es importante recurrir a profesionales del sector, ya que estos estudian el terreno y saben qué materiales darán mejores resultados al jardín y se asegurarán de que el jardín proyectado sea el adecuado para su finalidad.
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